Date permiso para estar en duelo
Date permiso para
estar mal, necesitado, vulnerable… Puedes pensar que es mejor no sentir el
dolor, o evitarlo con distracciones y ocupaciones pero, al final, el dolor
saldrá a la superficie. El momento de
dolerte es ahora.
Acepta el hecho de que
estarás menos atento e interesado por tus ocupaciones habituales o por tus
amistades durante un tiempo, que tu vida va a ser diferente, que tendrás que
cambiar algunas costumbres...
Deja sentir dentro de ti el dolor
Permanece abierto al
dolor de tu corazón. Siente y expresa las emociones que surjan, no las pares. No te hagas el fuerte, no te guardes todo
para ti, y con el tiempo, el dolor irá disminuyendo.
Sentir y expresar el
dolor, la tristeza, la rabia, el miedo... por la muerte de tu ser amado, es
parte del camino que tienes que recorrer.
Date tiempo para sanar
El duelo por la
pérdida de una persona muy importante suele durar entre 1 y 3 años. No te hagas
pues expectativas mágicas. Estate preparado para las RECAÍDAS. Hoy puedes estar
bien y un suceso inesperado, una visita, el aniversario, las Navidades te hacen
sentir que estás como al principio, que vas para atrás, y no es así.
El momento más difícil puede presentarse alrededor de los 6 meses del
fallecimiento, cuando los demás comienzan a pensar que ya tienes que haberte
recuperado.
Sé paciente contigo mismo/a
Aunque las emociones
que estas viviendo pueden ser muy intensas y necesitar mucha energía, son
PASAJERAS. Procura vivir el momento presente, por duro que sea. Se amable
contigo mismo/a. Recuerda que el peor enemigo en el duelo es no quererse.
No temas volverte loco/a
Puedes vivir
sentimientos intensos de tristeza, rabia, culpa, confusión o abatimiento,
deseos de morir... Son reacciones habituales y normales después de la muerte de
un ser querido.
Aplaza las decisiones importantes
Decisiones como vender
la casa, dejar el trabajo, marcharte a otro lugar…, es preferible dejarlas para
más adelante. Seguramente, ahora no puedes pensar con suficiente claridad, y podrías
más tarde lamentarlo. No suele ser tampoco conveniente iniciar una nueva
relación afectiva (nueva pareja, otro embarazo…) mientras no hayas resuelto
adecuadamente la pérdida.
No descuides tu salud
Pasados los primeros
días puede resultarte muy útil que te hagas un horario (hora de levantarte,
comidas, hora de acostarte…) y lo sigas. Aliméntate bien y cuida tu cuerpo. No
abuses del tabaco, alcohol, tranquilizantes... Durante el proceso de duelo
somos más suceptibles de sufrir enfermedades. Si padeces alguna enfermedad
crónica no abandones los cuidados habituales ni los tratamientos con la escusa
de que te da igual lo que te pase...
No te automediques
Si para ayudarte en
estos momentos tienes que tomar algún medicamento, que sea siempre a criterio
de un médico y nunca por los consejos de familiares, amigos y vecinos bien
intencionados. Recuerda que tomar medicamentos para "no sentir" pueden
contribuir a cronificar el duelo.
Busca y acepta el apoyo de los otros
Sigue conectado con
los otros. Necesitas su presencia, su apoyo, su preocupación, su atención...
Dale la oportunidad a tus amigos y seres queridos de estar a tu lado. Piensa
que pueden querer ayudarte, pero no saben la manera de hacerlo. Pueden temer
ser entrometidos o hacerte daño si te recuerdan tu pérdida. No te quedes esperando su ayuda y pídeles
lo que necesitas.
Procura ser paciente con los demás
Ignora los intentos de algunas personas de decirte cómo debes sentirte y
por cuanto tiempo. Sentirás que algunas personas no comprenden lo que
estas viviendo. Intentarán hacer que te olvides de tu dolor, comprende que lo
hacen para no verte triste. Piensa que quieren ayudarte, pero que no saben como
hacerlo. Busca personas de confianza que te permitan "estar mal" y
desahogarte sin miedo cuando lo necesites.
Date permiso para descansar, disfrutar y divertirte
Date permiso para
sentirte bien, reír con los amigos, hacer bromas... Tienes perfecto derecho y
además puede ser de gran ayuda que busques, sin forzar tu propio ritmo,
momentos para disfrutar. Recuerda que tu ser querido querría solo lo mejor para
ti y que los "malos momentos", vendrán por si solos.
Confía en tus propios recursos para salir adelante
Recuerda cómo pudiste
resolver otras situaciones difíciles de tu vida. Repítete a menudo: "algún
día encontraré mi serenidad".
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