Hoy, por acercarse estas fechas tan
señaladas estaba reflexionando sobre la navidad, esa época que a muchos gusta y
a otros no, pero que a los niños les encanta, es una época de sueños, ilusión, magia, eso que en los niños es tan bonito y que tenemos que aprovechar mientras
este.
El pensamiento mágico en los niños,
el creer que en los reyes magos, en duendes, en que los deseos se pueden
cumplir…es precioso, pero además de esto estas fechas están demasiado marcadas
por el consumismo, un consumismo desorbitado.
La Navidad nos desamuebla la cabeza. Nada como el hogar para volvérnosla a
amueblar. Como bien dice el nuevo
anuncio de Ikea
Estoy segura de Que todos, o Casi Todos hemos visto el Anuncio de Ikea "la otra carta", Invita Que una los papas un Darse cuenta de Que los Niños NECESITAN Tiempo y no tantos Regalos.
Este spot, refleja que ellos, necesitan
mucho, de lo más importante, es decir pasar una bonita experiencia, un rato de risas,
contacto, mimos, afecto y mucho tiempo
y menos de un juguete carísimo que nos va a costar muchísimo pagar o muchísimos
regalos que ni siquiera va a apreciar.
Aquí os dejo la pagina de la otra
navidad con ideas para hacer con tus hijos http://www.laotranavidad.es/
Los niños, como todas las personas,
necesitamos tiempo en cantidad y calidad
con las personas que queremos. Está claro que los niños, necesitan tiempo
de calidad. Pero la cantidad también importa. Tener a papa y mama cerca,
cuando se les necesitan, da a los niños una seguridad y confianza que, obviamente, se reflejara cuando sean
mayores.
Cuando pasamos tiempo con los niños,
les conocemos mejor y nos damos cuenta de sus verdaderas necesidades, de lo que
les pasa…para conectarnos emocionalmente con los hijos, es necesario compartir
tiempo, experiencias, la vida. Los niños necesitan la presencia de las figuras
de apego, un estar atento, coherente y
amoroso.
Y el ser coherente lo relaciono con
el dinero que a veces nos gastamos en regalos cuando el resto del año no
llegamos a fin de mes. (Hablare de esto en el siguiente post)
Se ha demostrado que la seguridad, la aceptación incondicional y el afecto
sano recibido de las figuras de apego son las variables mas influyentes en la
salud mental de los niños y en consecuencia de los adultos.
Invertir tiempo con los hijos no debería suponer
un esfuerzo; sino ser un deseo genuino por estar con el otro. Se que esto
a veces es difícil, nos metemos en el trabajo o en otras cosas y nos cuesta
desconectar para estar, estar de verdad con los hijos, o simplemente, que a veces
es difícil educarles y supone un esfuerzo por que estamos cansados, hartos, tienen
berrinches… hay que tener mucha paciencia y a veces uno no puede mas, es normal
esa sensación. Pero recuerda que Nada material
puede sustituir a la sensación de ser amado por los padres. Cuando te pase
esto intenta delegar en tu pareja o negocia contigo misma, “venga un poco mas y
hoy cuando se duerma voy a cenar mi
comida favorita o me veo una película o libro” algo que te haga sentir bien y
te de fuerzas.
Y si en un momento dado
pierdes los nervios compénsale con amor y pidiéndole perdón, no con un regalo.
Como comentaba en el post anterior tengo gente a
mi alrededor, pacientes, amigos, que son más o menos recientes mamas y papas y
veo como se plantean cambiar los patrones antes establecidos, es una nueva forma de ser papas, es dedicar tiempo y disfrutar con ellos.
A veces pienso, que quizá es por que me muevo con
gente muy metida en estos temas, pero no! Sé que muchos padres, incluso con
hijos más mayores (que es mas complicado el cambio) deciden hacer las cosas,
educar, de otra manera, esto supone una reflexión sobre los valores, sobre la
paternidad/maternidad, sobre la infancia. ¿Cuál es tu reflexión?
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