viernes, 17 de junio de 2011

¿SOY DEPENDIENTE EMOCIONAL?

Son muchas las personas que dependen emocionalmente de su pareja o de otra persona y no son conscientes de ello. Quizá te identifiques con la necesidad de tener una pareja y si tu relación fracasa buscas otra rápidamente.  Darse cuenta y poner remedio puede ahorrarte muchos sufrimientos.

El amor hacia uno mismo debería ser incondicional pero para muchas personas está condicionado a la opinión de los demás. Es un patrón aprendido y estable de conducta, que afecta a gran parte de nuestra vida social.
Si nos centramos en la dependencia hacia una pareja, podríamos llamarlo también “adicción al amor “que es como cualquier otra adicción, hace que la vida de la persona adicta gire en torno al objeto amado (la pareja). Su bienestar personal estará en función de la satisfacción que le produzca su pareja, buscará continuamente estar en su presencia y sufrirá cuando no está cerca de ella. Las rupturas amorosas las vivirán como un gran trauma, y tendrán la necesidad irrefrenable de recuperar la relación o buscar una nueva pareja.

¿Cómo podemos saber si somos emocionalmente dependientes o si podemos llegar a serlo en algún momento de nuestra vida?

RASGOS CARACTERISTICOS DE PERESONAS CON DEPENDENCIA EMOCIONAL:
ü  Baja autoestima. La autoestima es la valoración que hacemos sobre nosotros mismos. Se forma con las experiencias que tenemos a lo largo de la vida. Las personas emocionalmente dependientes tienen una baja autoestima. A veces pensamos que No somos buena compañía: Achacamos a nuestros defectos "que no podemos cambiar" el motivo por el cual los demás no nos quieren más. Por más divertidas e ingeniosas que nos mostremos no es suficiente. Nos decimos cosas como: "Si yo fuera más guapa" "Si hubiera estudiado esto o lo otro"
ü  Necesidad excesiva de aprobación. Muchas personas sienten la necesidad de ser aprobados constantemente por los demás y si esto no ocurre lo perciben como algo negativo. Lo que los demás piensen influirá de forma decisiva en cómo se van a percibir a sí mismos. Si los demás aprueban sus conductas y pensamientos se sentirán bien, pero si no lo hacen, lo percibirán como algo muy negativo.
ü  Miedo al abandono. Muy relacionado con los conceptos anteriores. Las personas con miedo al abandono creen que si los demás deciden terminar con las relaciones (amistad, pareja, etc.) no encontrarán a nadie que pueda sustituirlos. Perciben el abandono como algo horrible
ü  Sientes que siempre das más: que haces muchos esfuerzos y sacrificios para que todo vaya bien y se te quejas de que nunca recibe el mismo trato.
ü  Amar significa sufrir: Lloramos mucho cuando estamos solas. Creemos que los demás sólo miran por si mismos, mientras nosotras siempre nos mostramos cariñosas, generosas y comprensivas.
ü  Los conflictos son dramáticos: Te parece terrible que alguien se enfade contigo, te culpa y acabas cediendo por miedo a que te rechacen o abandonen. Te responsabiliza totalmente de que las relaciones vayan bien.
ü  Nos obsesionamos con las discusiones: Nos produce ansiedad y justificamos una y otra vez lo que dijimos. Imaginamos conversaciones nefastas en las que se nos critica duramente. Nos sentimos agotadas y desesperanzadas.
ü  Sobrevaloramos el potencial de personas que nunca nos han demostrado que de verdad tengan esas cualidades. Nos gusta pensar que vemos más allá de lo que ellos son ahora y de lo que saben de si mismos.
ü  Antepones las necesidades de los demás a las tuyas propias. Te cuesta expresar opiniones personales contrarias al resto, así como reclaman o exigir tus derechos. Simplemente te dejas guiar por lo que crees que se espera de ti para poder conseguir el cariño que tanto necesitas. Asimismo, haces todo lo que su pareja o la persona de la que dependen, les pida.
ü  Nos rodeamos de personas con problemas, reales o psicológicos, porque nos sentimos bien "ayudándoles". Escuchamos a todo el mundo porque "nos necesitan", y nos jactamos de dar confianza, aunque muchas veces nos sentimos obligadas y otras necesitamos que nos vampirizen.
ü  Queremos cambiar a los demás: Pensamos que serán mucho más felices con otra forma de pensar y actuar. Intentamos constantemente razonar con la otra persona sobre cómo debería ser y nos decepcionamos a nosotras mismas si no cambia.
ü  Suele acompañarnos la sensación de soledad: Estando con otras personas a veces nos parece estar "fuera" y la mayoría que "no les interesa conocernos de verdad".
ü  Necesitamos tener pareja: Si no tenemos, soñamos cómo será y creemos que no hallaremos la felicidad hasta encontrarle. Si conocemos a alguien que nos gusta soñamos que somos su mujer perfecta y que nos dice lo especial que somos. Si logramos salir con él, nuestras conversaciones y pensamientos se centran alrededor de ese hombre. Si lo dejamos nos sentimos asustadas porque creemos que ya no podemos vivir sin él. Solemos repetir intermitentemente la misma relación varias veces.
ü  Practicamos el sexo compulsivamente: En parte, intentamos ser muy buenas amantes y nuestro placer depende de lo bien que pensemos que se lo pasa él. En muchas ocasiones, nos sentimos utilizadas, y no nos satisface "como habíamos soñado", pero no comentamos nada a nuestro amante para no defraudarle.
ü  La esperanza mágica: Nos mantiene la ilusión de que en algún futuro cercano todo cambiará; que nuestro patrón de conducta, con el que hoy sufrimos, un día nos hará felices; y que lo único necesario es seguir esforzándonos.

¿DÓNDE ESTÁ EL ERROR?

Los dependientes emocionales piensan que sometiéndose a la persona o personas de las que dependen, mantendrán el cariño que necesitan. Sin embargo, podemos ver, que dada la forma de comportarse estas personas, pueden producir el efecto contrario.
La pareja debe formarse en la igualdad, donde ambos miembros den y reciban lo mismo, respetando siempre la individualidad del otro y exponiendo las propias necesidades.
La realidad es que no se puede sacar nada provechoso de estos amores, a veces mal comprendidos, sí tu relación en pareja te mantiene más en la dependencia emocional, tristeza, temor, sacrificio, nada va a cambiar, hasta que emprendas acciones diferentes en tu manera de valorar tu propia estima. De lo contrario, continuarás minando tu autoestima y tu valor personal al tiempo que aumentando esa dependencia emocional.
Si te identifica con la mayoría de las frases, te puede venir bien leer "Las Mujeres que Aman Demasiado", acudir a terapia individual o de grupo, hacer cursos para mejorar tu autoestima, de asertividad... y recuerda que tu bienestar va primero.

Saber identificarlo y buscar ayuda puede mejorar mucho tu calidad de vida.

Si crees que te puedo ayudar no dudes en ponerte en contacto conmigo, es el primer paso para sentirte mas feliz. Puedes llamarme o escribirme al 616299382 o paoladelgado.psico@gmail.com




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