¿Has sufrido alguna vez migrañas? hoy os te propongo una alternativa diferente (que no excluyente a la medicina tradicional) y es ver que factores emocionales en tu caso provocan las migrañas.
Una migraña común se caracteriza por la aparición violenta de un dolor de cabeza pulsátil y muy intenso que habitualmente afecta a un lado de la cabeza, aunque puede afectar a ambos. El dolor empieza repentinamente y a menudo es precedido o acompañado de síntomas visuales( visión borrosa, auras) neurológicos o gastrointestinales (vómitos, nauseas)
Esta enfermedad tiene una relación directa con el YO SOY de la persona afectada. En general se manifiesta en personas que no se concede el derecho de ser lo que quieren o que continuamente se sienten obligadas a superarse, sin tener en cuenta sus limitaciones ni sus necesidades reales. Puede tratarse de individuos, que desde hace mucho tiempo, se han sentido sometidos a restricciones, impedimentos, obligaciones, en el ámbito afectivo o familiar.
Por ejemplo una persona tiene que elegir entre dos trabajos, y no desea coger el trabajo que para su mujer es mejor, pero termina aceptándolo por ella. Padecerá migrañas en la medida en que no se ha concedido el derecho de seguir en la dirección deseada. Esta persona no se concede el derecho de ser lo que quiere. Duda de sí misma y cree que “NO PUEDE”, por eso vive apegada a alguien, aunque siente miedo de ser manejada y manipulada.
El afectado no quiere ver y no quiere digerir lo que le sucede en la vida. Son angustias, frustración frente a una situación en la cual se siente incapaz de tomar una decisión. La no toma de decisiones también provoca migrañas
La persona puede tener un conflicto de impotencia, de verse desarmado ante un problema o un peligro: hay que ser más eficaz, hay que argumentar las capacidades intelectuales propias, encontrar una solución. Se siente incapaz de cumplir lo que se le ha pedido o aquello que tiene que realizar, el objetivo por alcanzar que le parece inaccesible y no saber cuál actitud o cuál solución adoptar.
Se trata de personas cerebrales, exigentes, perfeccionistas, apasionadas, que asumen muchas responsabilidades y no saben frenarse, aceptan mal sus límites, con tendencia a querer controlar y a buscar siempre una solución mental a todo: “Debo hallar una solución con mi pensamiento”, pero nunca se conforman con la solución adoptada, continúan dándole vueltas y vueltas en la cabeza y no emprenden acciones.
La migraña también pueden aparecer cuando se siente culpable por haber cuestionado a aquellos que tienen influencia sobre ella, cuando siente terror a que se descubra que ha hecho algo mal. Es decir, viven con una inquietud constante por no decepcionar.
Para contrarrestar se esfuerzan trabajando durante más tiempo y más duro que los demás y así conseguir la aprobación.
También puede manifestarse en aquellas personas que tienen dificultades en su vida sexual, tales como la represión desde la infancia, miedo o rechazo y que ahora vuelve a la superficie. Es como una lucha, que se desenvuelve entre los pensamientos y la sexualidad, que le sube a la cabeza y que tienen la sensación de que ésta les va a explotar.
Migrañas de fin de semana: El resentir es, “No tengo derecho a la felicidad”.
Migrañas premenstruales: Conflicto de desvalorización. “Tengo miedo a quedarme embarazada”. “No me siento a la altura”. “Necesito ser muy eficaz en lo que hago”.
Te propongo plantearte estas pregunta y reflexionar sobre ellas para recuperar la salud fisica, emocional y espiritual
SI TODAS LAS CIRCUNSTANCIAS HUBIERAN SIDO O FUERAN PERFECTAS A MI ALREDEDOR ¿QUE ES LO QUE ME HUBIERA GUSTADO SER O QUE ES LO QUE QUIERO SER?
Observa lo que te ha impedido manifestarlo hasta el momento y descubrirás la forma de pensar que te impide ser tu mismo.
Debo reconocer mis propias necesidades: ¿qué es lo que quiero ser? Y ponerme en acción para manifestarlo.
¿Me siento a la altura o tengo la sensación de ser incompetente, sobre todo en el plano intelectual?
Debo cambiar cosas y debo ser capaz de cambiarlas, es decir de pasar a la acción.
Necesito tomar conciencia y dejar de creer que dependiendo de los otros, me van a querer más. He de aprender a aceptarme tal como soy en este momento y necesito reconciliarme con mi sexualidad y vivirla en su sitio.
Información sacada de "obedece a tu cuerpo" de Lise Bourbeau y "conocernos ¿que nos quiere decir el cuerpo con la enfermedad?" de Joman Romero
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